Nació en Córdoba, a los 3 años llegó a Neuquén y tras probar varios deportes, vio la redonda y se enamoró. Tras varias escuelas de barrio llegó a la escuelita de independiente para jugar una Neuquén Cap y desde ahí se volvió una rojita más.
Jugó en formativas hasta que Talleres se la llevó y en la actualidad está en UAI Urquiza. Formada en Neuquén y ahora con la Celeste y blanca Sub 17.
En Grito Sagrado Hablamos con Catalina Ongaro, recuerda sus comienzos, siempre agradecida a sus profesores en escuelita, los amigos, y su llegada a la selección Argentina.
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